Estamos claros que debe haber pluralidad en los sistemas educacionales, por eso, en Chile debe existir:
1) Educación gratuita.
2) Educación particular subvencionada.
3) Educación particular.
Para nuestro primer caso, debe estar enfocada a aquellas familias que no tiene los medios económicos para enviar a sus retoños al colegio, además de suministrarles en el mismo establecimiento educacional el alimento necesario que necesita un estudiante que está en franco crecimiento. Todo esto sustentado por el Estado Chileno. También no debe quedar ajeno a los jovenes vulnerables donde no existe un adulto que los incentive a estudiar.
El segundo caso enfocado a quienes tienen la oportunidad económica de optar por un plantel educacional que se rige por sostenedores, que obtiene rentables condiciones y que deberían diferenciarse del primer caso, al menos en la infraectructura del plantel educacional.
Por último, el caso particular, está enfocado a quienes tiene la posibilidad de costear un sistema educacional de alto costo, con beneficios en areas extraprogramaticas y en infraestructura de establecimientos educacionales.
Sin embargo, la tarea del Ministerio de educación debería ser en primera instancia, velar porque la calidad de la educación fuera del mismo nivel, independientemente del sistema educacional seleccionado. Que los docentes tengan un salario acorde con su importante labor educactiva para el país. Y que existan capacitaciones permanentes para los educadores con acceso permanente a las nuevas tecnológias como apoyo a su gestión.
No perdamos el prisma de la importancia de la educación para un país, es ahí donde hemos tenido permanentes flaquezas, donde muy pocos han valorizado está importante tarea, que se inicia en nuestra niñez y no culmina nunca.