Hoy celebramos el día del trabajador, conmemoración a nivel mundial (exceptuando EE.UU que lo celebra el primer lunes de septiembre como el día laboral), que nació luego de las manifestaciones llevadas a cabo en la ciudad de Chicago en estados Unidos el año 1886, para la consecución de una jornada laboral de ocho horas.
El 4 de mayo de 1886, se concentraron en la plaza de Haymarket más de 20.000 personas que fueron reprimidas por 180 policías uniformados. Un artefacto explosivo estalló entre los policías produciendo un muerto y varios heridos. La policía abrió fuego contra la multitud matando e hiriendo a un número desconocido de obreros.
Se declaró el estado de sitio y el toque de queda deteniendo a centenares de trabajadores que fueron golpeados y torturados y acusados del asesinato del policía.
La Prensa reclamaba un juicio y responsabiliza a ocho anarquistas y a todas las figuras prominentes del movimiento obrero.
El 21 de junio de 1886, se inició la causa contra 31 responsables, que luego quedaron en 8. Las irregularidades en el juicio fueron muchas violándose todas las normas procesales de forma y de fondo, tanto que ha llegado a ser calificado de juicio farsa. Los juzgados fueron declarados culpables. Tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco a la horca.
Prisión
Samuel Fielden, inglés, 39 años, pastor metodista y obrero textil, condenado a cadena perpetua.
Oscar Neebe, estadounidense, 36 años, vendedor, condenado a 15 años de trabajos forzados.
Michael Swabb, alemán, 33 años, tipógrafo, condenado a cadena perpetua.
A muerte en la horca
El 11 de noviembre de 1887 se consumó la ejecución de:
Georg Engel, alemán, 50 años, tipógrafa.
Adolf Fischer, alemán, 30 años, periodista.
Albert Parsons, estadounidense, 39 años, periodista,
Hessois Auguste Spies, alemán, 31 años, periodista.
Louis Linng, alemán, 22 años, carpintero para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda.
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